Por: Saúl Torres.
Durante la década de los 80’s, la música pop entró en una etapa de oscuridad donde el negro dominaba en la vestimenta de algunos artistas. El post punk alcanzó gran fama alrededor del mundo, dejándonos bandas legendarias como Bauhaus, Joy Division, The Killing Joke, The Cure, entre otras. Algunas bandas se quedaron en el olvido, tal es el caso de Décima Víctima, una banda española pionera del movimiento “siniestro”.
Décima Víctima logró ser reconocida como una de las nuevas propuestas más interesantes de la década de los 80’s en España gracias a su primer 7” Tan Lejos. Después de este gran comienzo, la banda se dedicó a la producción de su primer LP Décima Víctima. Con este LP marcaron la atmósfera densa y oscura como su estilo definido, muy al estilo de Joy Division.
Sin embargo, a pesar de su gran fama en el movimiento “siniestro”, el destino de la banda se volvió en su contra; en cuestión de un año, la banda enfrentó problemas entre los integrantes que a consecuencia de esto, anunciaron su despedida a finales del ’83. A pesar de esto, y sin esperar más, la banda volvió a agruparse al año siguiente gracias a la insistencia de todos sus fans. Ese mismo año sacaron a la luz el que sería su álbum más famoso, Un Hombre Solo. Dicho álbum fue catalogado como el más melódico de la banda, demostrando una madurez en su forma de componer. La canción que lleva el mismo nombre del álbum obtuvo buena aceptación por la crítica. Sin embargo, no hay que dejar atrás otras joyas de este disco como los son Tierra Negra y Sobre Otra Ruta, que se quedaron como himnos de Décima Víctima.
Un Hombre Solo no sólo fue el mejor trabajo de la banda, sino que también marcó el final de la banda. El cuarteto no pudo sobrellevar el cambio de residencia de dos de sus integrantes y optaron por disolverse ese mismo año dejando así, su música como el sonido más puro del movimiento musical español llamado “siniestro”.