The Crystal Ark: Los Chamanes Electrónicos

Dicen por ahí que la unión hace la fuerza y tal parece que Gavin Russom  y Viva Ruiz los miembros fundadores de The Crystal Ark lo han comprendido y aplicado al pie de la letra. Este colectivo de artistas multiculturales está convirtiendo al mundo entero en una auténtica pista de baile. Grandes recintos del arte tales como el Sydney Opera House, el museo Hirshhorn en Washington, el Palais en Tokyo y el MoMA en New York han abierto sus puertas a su propuesta, pero más allá de reconocimiento mediático y el ánimo fiestero hay algo más vital y esencial que este grupo quiere compartir.

Mientas Russom estaba viviendo en Berlín terminando otro proyecto llamado “Black Meteoric Stare” conoció a Ruiz quien estaba de gira; en ese tiempo Gavin había hecho unas maquetas instrumentales con las cuales quería experimentar. La química entre los dos fue tan buena que le mostró los tracks a Viva para que les agregara letra, el resultado superó las expectativas que se tenían dando, dando un inicio formal de esta agrupación con sus dos primeros singles: “The city never sleeps” y “The tangible presence of the Miraculous”.

El enigmático timbre de voz de Viva declamando frases en español, es una característica básica en su sonido, pero aún así querían llevarlo a otro nivel. Así decidieron invitar al Dj Matt Thornley, al percusionista Alberto López, los bajistas Tyler Pope y Eliza Douglas, las cantantes Jaiko Suzuki y Sokhna Heathyre Mabin y a los bailarines Discos y Alberto Cortes, ya con el grupo armado produjeron su  LP debut homónimo en octubre pasado.

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El sonido de sus sintetizadores es hipnótico y es aquí donde ocurre la magia. El propósito que estos artistas buscan es ofrecerte una alternativa auditiva, visual y experimental. Como ellos mismos comentan: “El propósito era hacer música que hiciera reaccionar al cuerpo, que te sintieras en un estado de ánimo pleno, inducir esta conciencia integral por medio del baile es sentir, tener conciencia plena de tu alrededor, celebrar la vida por medio de beats, luz y movimiento”.

Sin duda el grupo refleja la diversidad y la intensidad de la propia ciudad de Nueva York pero la energía de libertad que manejan es universal, ataviados de complejos y coloridos atuendos convierten el lugar en un lienzo donde el público también forma parte de la obra. Paralelo a The Crystal Ark, tienen un proyecto alterno donde por medio de las tornamesas le dan un toque más comercial a su propuesta llamado: Crystal Ark Party Machine, donde mezclan sus canciones propias con sus influencias y gustos personales. “Una idea alternativa de nuestro movimiento” comentan.

 Quien quiera subirse a este viaje, es bienvenido, la invitación está abierta. En este mundo caótico en el que estamos viviendo este tipo de propuestas nos dan un respiro, nos dan otra visión, tal y como si se trataran de experiencias chamánicas sonoras y en efecto eso es lo que son, unos chamanes electrónicos.

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