TENGO LA CULPA DE TODO – RUIDO AL CHICHARRON

Estoy tomándome una caguama en el Open a mediados quizá finales de los rebeldes noventas, es el bar del momento para rockeros e inadaptados, sobre la Mariscal, el lugar está hasta el fundingas como siempre, la creme de la creme de las artes en Juárez y el Chuco embruteciéndose dionisiacamente ahí, la banda en la que toco goza de su mejor momento, toda la bola me saluda y me ofrece goodies que oscurecen con espejismos y blackouts momentáneos el canvas de mi mente, en la rocola Violent Femmes preguntando “Why can i have just one fuck?” mientras intentos de bailar en el apretujadero se interrumpen cuando a mi lado aparece mi amigo trombonista abrazándome contento y preguntando si traigo un touch, a huevo carnal, ya te la sabanas, vamos a darle candelaria ahí en el puente peatonal frente a la presidencia o te agachas? Poninas said popouchs.

Ya en el bridge, cuando la tostada iba en el chicharrón con una conversación muy amena, mi carnalito wachó a unos chotas del otro lado del tren apuntando hacia nosotros gritando “Eh, ustedes, vengan pa’ ca!!”, Ah la vergaa dice mi compa, ahora que hacemos?, Fuga le contesto, vámonos por otro pinchi lado, de todos modos se la pellizcan por el tren, les ondeamos un adiós y caminamos rodeando algunas cuadras mientras le comentaba a mi cana que se metiera las manos en las ingles por si nos emboscaban, soltó una gran carcajada pensando que bromeaba, de regreso en el Open, el gesto del officer después de frotar nuestros pulgares para esnifarlos y terminar dejándonos ir hizo la noche memorable, la adrenalina disparó la pachequez al triple, nos brindó lapsos de risas que se extendieron a cada vez que nos volvíamos a topar, puras de esas con su servitoalla, buscándole noise al de pellaycuero.