Texto + fotos: Jorge A. Hernández
La zona centro de El Paso no ofrece otra cosa más que especiales en ropa hecha por orientales, ofertas llamativas de préstamos por medio de financieras y venta de comida chatarra en carritos ambulantes. Quizá lo más rescatable sean las instalaciones del Museo de Arte, el Teatro Plaza y los personajes marginados que entran y salen de las viejas cantinas o que deambulan por la Plaza de los Lagartos. A pesar de esta carencia, existe un lugar llamado Dave’s Pawn Shop, en donde uno se siente transportado a través del tiempo y la ficción, por la variedad de extraños y exóticos objetos que tienen a la venta. En el interior se pueden encontrar desde esqueletos humanos, cabezas reducidas a la tradición de los Jíbaros, propaganda Nazi, el supuesto dedo pistolero de Pancho Villa y hasta el corazón de un bebé vampiro atravesado por dos diminutas estacas. Este local fue inaugurado en el año 1959 por los padres del actual propietario, Lorenzo Barrón, quienes comenzaron a coleccionar estas extrañas piezas a lo largo de los viajes que realizaron a países de los cinco continentes. El sitio está ubicado en el llamado Edificio Montgomery, el cual es considerado como patrimonio histórico de la Ciudad de El Paso debido a su antigüedad, y es el único negocio de ese sector que cuenta con una fachada simulada que data desde 1882.
Los empleados del local aseguran, que entre su clientela se encuentran personas provenientes de lejanos países como Alemania, Inglaterra, Rusia, Australia y la mayor parte de los estados de la República Mexicana. Además cuentan, que artistas como Steve Tyler vocalista del veterano grupo de rock Aerosmith y los barbas largas de ZZ Top acuden con regularidad en busca de piezas coleccionables “auténticas”, algunos historiadores locales afirman que todo lo que se comercializa dentro de la tienda, y por medio de la red es una completa farsa y tomada de pelo. El periódico El Paso Times, realizó hace unos meses un reportaje dedicado a esta singular casa de empeño y antigüedades, en donde se decía que el dedo de Pancho Villa y el corazón del bebé vampiro estaban a la venta en 9 mil 500 y 7 mil 500 dólares cada uno. Según dice el escrito, se le solicitó al propietario del negocio quitar dichos objetos del aparador frontal en donde se encuentran en exhibición con el propósito de ser observados más de cerca. Sin embargo, Barrón se negó a hacerlo, diciendo que solo movería estos dos singulares objetos de esa vitrina hasta que una persona pague el monto establecido.