Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Manuel Valtierra leyenda viviente de la música en Juárez y en México, miembro original de Los Seven Teens, banda Juarense que puso en alto la música y el twist que se hacía en Cd. Juárez en la década de los 60’s, creadores de canciones famosas como: “Nena Loca”, “Recuerdos de Ipacarai”, Los Seven Teens vivieron el éxito en la Ciudad de México y tuvieron oportunidad de compartir escenarios con lo mejor de el ámbito musical y artístico de esa época dorada de México, la entrevista se llevó a cabo entre fotos antiguas, discos LP, alguno que otro video en You Tube y música de Los Seven Teens de fondo y esto fue lo que tuvimos oportunidad de platicar con él.
¿Porque Los Seven Teens?
Éramos siete jóvenes, siete chavos, todos teníamos diecisiete o dieciocho años.
¿Platíquenos acerca de Cuco Valtierra?
Don Cuco Valtierra era el papá de Cuco Valtierra Jr. que estaba en México. Y Cuco Valtierra Jr., fue el que nos llevó para allá, porque él estaba grabando para discos Musart en la Ciudad de México
¿Quién formo el grupo Los Seven Teens?
El grupo se inició a finales del 59, lo formó Marino Ríos, que ahora es doctor y vive en El Paso. Desde chavos éramos amigos, nos juntábamos para jugar beisbol en El Parque Borunda y cuando nos conocimos yo empezaba a tocar el sax con la Orquesta de Don Cuco Valtierra, que era mi tío, un día estábamos tocando en el Hotel San Antonio y llego Marino a la fiesta y me dice: “Mira vamos a hacer un grupo de rock, ya tengo los guitarristas”, todos eran puros chavos de lana.
Rafa Moreno Chávez, ahora es licenciado, Chiquis Ramírez el del bajo, me dijo “nomas nos falta el baterista, el cantante y tú. En eso llego de Los Angeles Carlitos Molinar el baterista que andaba de vacaciones y su tía le había regalado una batería. Lo fuimos a buscar y dijo que estaba puesto.
Después se unió Jorge Arriaga, el cantante, y empezamos a ensayar ahí en la casa de Marino. En esos días vino Cuco Valtierra hijo de vacaciones, vino del D.F. a ver a su papá y le dijimos del grupo: “oye pues estamos armando un grupo”, “luego, luego, yo los meto a grabar”, nos dijo. Y se regreso a Ciudad de México, por mientras nosotros a ensayar y ensayar, no esperamos los tres meses, después de un mes tocamos en una tardeada aquí por la colonia Hidalgo, y con lo que salió de la tardeada; dijimos ¡amonos!
Creo que en ese entonces costaba 180 pesos el pasaje algo así, en los Conozca a México Primero, que eran los Transportes Chihuahuenses. “!Pues vámonos a la brava!, solo comimos pan de blanco con salchichón, queso y una soda, llegamos a México y le caímos a Cuco, a mi primo: “oye pues ya llegamos” “¿qué están haciendo aquí?” Nos pregunto “Pues ya venimos” “Están locos, si ni siquiera he hablado con el estudio”, llegamos en domingo y nos pregunto ¿ya comieron?” “No.”
Pues de volada, se porto bien suave aquel, que en paz descanse, se fueron a traer carnitas para cenar y después nos dijo; “haber ármense, vamos a tocar, a ver cómo andan”, llevábamos todo fusilado de Chubby Checker, de Hank Ballard de lo que sonaba en el 59, íbamos calientitos con el twist, le gusto el ritmo de la batería, el ritmo de la batería era tan diferente a como lo tocaban en México, porque estaban Los Rebeldes del Rock que tocaban bien suave, grandes amigos míos, yo jale con ellos, trabajé con los Rebeldes como un año, pero no le daban al twist, tenían rolas de twist pero no tenían el sabor o el ritmo que teníamos nosotros y pues le gusto mucho a Cuco, y nos dijo, “déjenme ver mañana, se fue y después nos hablo: “Vénganse de volada, tráiganse todo”.
Después llegamos a la disquera Musart, y ya había periodistas ahí, nos tomaron fotos y todo, salimos en el periódico El Universal, siete humildes músicos provincianos, Siete humildes músicos tocando el twist a la perfección, estaban los Teen Tops en su momento también, pero ni uno le daba al twist, si había muchos grupos que lo tocaban, pero no sonaba.
Cuando llegamos a México traíamos la rola de “Recuerdos de Ipacarai”. Esa rola nos la dio un locutor El Sordo, Arturo Luján, estaba en la XEP, cuando la XEP estaba aquí en la 16, enseguida del cine Variedades, nos dice: “ahí les tengo una canción” y con esa llegamos a México, fue un tiro, esa rola”.
¿Cuántos discos oficiales tienen y cuáles son?
Pues hicimos cuatro long plays, pero de rolas éxitos fueron como cuatro, pero todas fueron separadas en sencillos. Aquí fueron dos, Recuerdos de “Ipacarai y Solo Porque Dices”. Después vino “Nena Loca”, pero si fueron éxitos, aquí si funcionaron mucho. Hasta la fecha ponen mucho la de “Nena Loca” y “Recuerdos de Ipacarai”. Llegamos con esta canción a Ciudad de México y luego nos empezaron a grabar, pero no creas que nos pusieron cabina, nos grabaron así al aventón, pero no nos gusto, grabamos como treinta canciones en un día, estaban muy emocionados: “oye pues el twist, que suave el twist”, luego nos metieron a trabajar a un cabaret llamado El Social, de los mejores cabarets en México, cuando llegamos estaban tocando Los Panchos, Chucho Martínez Gil; un cantante de boleros, Lucerito Bárcenas, una de flamenco llamada Lola Flores, puros personajes y nosotros… ahora sí que provincianos totalmente.
Nosotros abríamos en El Carrusel, que era lo máximo en ese momento, llenos espantosos, ahí no cabías, no podías ni caminar, te parabas a bailar y aunque la chava te aventara…tenías que bailar pegadito.
¿Podría decirme los nombres de los integrantes de Los Seven Teens?
Jorge Arriaga cantante, en el bajo estaba Salvador Ramírez, Chiquis en la guitarra, requinto Arturo Salas, después de Chiquis entro Nino Saláis un bajista fregonsote, Carlitos Molinar en la batería, Beto en el sax, yo en el sax también, ¿quién me falta?, Ah pues estuvo Mario Domínguez, que en paz descanse, el duro muy poco con el grupo y Jorge Arriaga que era la estrella del grupo.
¿Cómo era la escena musical en los 60s?
Era lo máximo, el ambiente estaba brutal, donde quiera que fueras había ambiente, había lugares a lo loco y todos los lugares estaban siempre llenos, una cosa fabulosa, aquí estábamos en La Taberna del Rey. Fue en el año del 63, el ambiente estaba en todos lados, la avenida Juárez estaba a todo.
¿Siempre se llamaron Los Seven Teens?, ¿porque también les decían los Reyes del Twist?
Nos pusieron en México Los Reyes del Twist, porque íbamos calientitos con el twist. Nos pusieron así porque tocábamos el twist como les gustaba.
¿Entre las anécdotas que me contaron supe que ustedes salieron en una película?
Hicimos como cuatro, pero de extras. Se llamó Vivir de Sueños y El Gángster con Angélica María y Arturo de Córdova, Un Playboy en Acapulco con Manuel López Ochoa, La chica yeyé…. Sor yeyé, salíamos de extras tocando música.
¿En que año dejo de tocar la alineación original?
Como en el 64, Beto siguió con otro grupo, pero ya no fue lo mismo. Ese era el grupo bueno, ese era el grupazo.
¿Qué edad tenía usted cuando pasó todo esto?
¿Pues que tenía? Como diecinueve creo, a esa edad probé por primera vez la cerveza, imagínate la cerveza fría en el vaso sudado y todo el lugar a reventar, no cabía la gente, no dejaban entrar a nadie. Y otra cosa, tenias que ir de corbata, todo era muy formal, ya después adentro todos se la quitaban.
¿Cuántos años tiene usted en este momento?
Sesenta y nueve años, ya nos están cobrando todo lo que nos fiaron. En ese entonces uno andaba como trompo zumbador, sírvanle, sírvanle y andábamos enteritos. Salías de un lugar y te encontrabas cuates donde fueras, ibas a otro lugar, y lo mismo, “sírvanles, sírvanles”. Pero no como ahora que a los grupos les pagan con cerveza, antes si cobrábamos, siempre se cobro. Ahora no, eso es una vergüenza hombre, pagar con cerveza, ¿qué es eso? Pero es que antes había amor por la música, ahora no, ya lo agarran de hobby.
Había muchos grupos buenos. Juárez fue de mucho músico muy bueno, y de orquestas también, había muchas orquestas en todos lados. Fiesta que había, era con orquesta. Y era de todos los días hasta las siete de la mañana con los lugares a reventar. Luego ya vino La Posada del Márquez, El Afro, allá para la carretera.
En su carrera musical trabajo con diversos artistas y músicos, platíqueme con quienes.
Con Marco Antonio Muñiz, Imelda Miller, Manolo Muñoz, Alberto Vázquez, con Enrique Guzmán hicimos discos, Silvia Pinal, con Angélica María. No pues con toda la artisteada. Grupos de rock como Los Locos del Ritmo, con María Félix, con el Indio Fernández, pues esa gente. Pedro Vargas, andábamos con todos los artistas de ese momento, Paco Malgesto, con José Alfredo Jiménez había pachangas cada quince días. Beto mi primo se hizo compadre de José Alfredo y Amalia Mendoza “La Tariácuri”.
¿Tocaban junto a todos estos artistas?
Era una época muy bonita, pero ni cuenta nos dábamos porque estábamos chavos y ellos ya eran unos grandes personajes; La Vitola, Tin-Tan, Borolas, Clavillazo, Javier Solís, Clavillazo nos seguía mucho y llegaba siempre que estábamos tocando, nos llevaba una botella de ron Potrero. También conocimos Pablo Beltrán Ruiz, inolvidable todo eso. También tuvimos la oportunidad de trabajar en casi todos los hoteles de la república, en Tampico, Mérida, Guadalajara, Manzanillo.
¿Salieron fuera de México en alguna gira?
Fuimos a Los Ángeles, San Francisco, todo lo que es California, con Vicente Fernández, con Luis Aguilar, Los Xochimilcas, íbamos en giras a toda la república Mexicana con las giras de la Corona extra, llegábamos a tocar a un pueblo o ciudad y apenas terminábamos de tocar cuando ya estabas guardando las chivas y ya estaba el otro grupo y vámonos para la otra ciudad…corriendo, fue muy bonito todo eso.
Ya por último ¿algo que quiera comentar Don Manuel?
Pues un saludo a mis amigos músicos que quedamos todavía, mis compas de todos los tiempos. Un saludo a toda la bola de músicos y que viva el rock.
La plática siguió hasta entrada la tarde, con anécdotas de todo tipo, podríamos llenar páginas y páginas con la historia de Don Manuel Vatierra y Los Seven Teens, pero lo más importante sigue siendo su música y su legado que aún subsiste en la memoria de miles de Juarenses y que gracias a lo que escuchamos ahora de Los Seven Teens podemos formarnos un panorama de su música, por lo pronto la música ahí está, recuerdo de una gran época y testigo para las generaciones futuras.