Lo que se vivió en la Experiencia Única

Una tumbada de dientes sin precedentes sí que es una Experiencia Única. Los chihuahuenses creían que el nombre del evento era algo exagerado y difícil de cumplir, pero lo que hicieron los involucrados fue un eufemismo de lo que se pudo esperar. Meses antes del evento, nos avisaron tranquilamente lo que estábamos a punto de presenciar, y, aun así, se quedaron cortos. Lo que se vivió el sábado 22 de septiembre va más allá de lo que nuestros sentidos pudieron sintetizar.

Para el día de la rueda de prensa, seguían haciendo promesas un tanto increíbles. Nos avisaron que el servicio al cliente de por parte de los meseros y todo el staff iba a ser algo sin precedentes y que la cerveza iba a estar muy fría, siempre. A estas alturas, en esta ciudad, es difícil creerle promesas de ese tamaño a los organizadores de los festivales que promocionan. Sin embargo, Experiencia Única cumplió con las expectativas creadas y las rebasó por mucho. El espacio no pudo haber sido diseñado de una mejor manera; quién asistió puede confirmar que siempre había algo que ver, tocar, sentir, escuchar y oler. Era sencillo y orgánico moverse a través de las exposiciones repartidas en puntos excelentemente posicionados en el lugar.  Si te proponías ir por una cheve y luego al baño, regresabas de tu travesía con una cheve mil porciento fría y la vejiga mil por ciento vacía, tres experiencias sensoriales que te dejaron pasmado y cinco nuevos amigos.

Del sonido se pueden decir solo maravillas, el equipo usado y su acomodo fueron de la mejor calidad que ha habido en esta ciudad. En el escenario SOLES se tocó música de géneros muy diferentes a través del día y el sonido siempre fue envolvente y óptimo. Por la tarde, Vanessa Zamora nos hizo recapitular nuestras vidas pegados al pasto con su guitarra y su voz tan expresiva. Vanessa expresó exactamente lo que Experiencia Única tenía pensado para esa hora del día. Después, Ruzzi llegó a meternos el hype que la hora ameritaba. Marian dejó impresionados tanto a los que ya habían escuchado como a los que no. Cuando Midnight Generation brincó al escenario con sus tracksuits Adidas fue con tanta energía que el sol empezó a ponerse. Su batería, teclados y efectos vocales trajeron a todos por todos lados, nuestros oídos fueron rebotando por donde ellos lo quisieron. La escena era perfecta, el escenario SOLES, con un sol rojo con amarillo sobre el templete, el sol poniéndose detrás y Midnight Generation tocando lo que Daft Punk intentó avisarnos que existiría en Giorgio Moroder. Nunca pudimos dejar de bailar frente SOLES con la excepcional presencia de Soulmexico, Vagabonds, Le Youth y Tom & Collins.

Un escenario en el que se podía estar seguro de que el ambiente iba a ser calmado, fresco y chill fue el TEMPO. El escenario, que daba el sentimiento perfecto de un Boiler Room, fue inaugurado por Rangel, quien ya está familiarizado con el bar Tempo y nunca ha fallado en hacernos moverlas. Otras presencias interesantes en el escenario fueron Celist, Le Tourist y Mark and Markus. Todos nos entregaron house con samples excelentes reminiscentes de lo bello que es la música mezclada en vivo.

No podría faltar deep house para sentirnos completamente inmersos en un mood más oscuro como lo hicieron con el escenario ALMA. El escenario estaba rodeado por hilos que iban de árbol a árbol, haciéndonos sentir en un nido de rayos láser y nubes. Lo que lograron con este escenario fue impresionante, aunque fuera temprano y la luz del sol siguiera invadiendo el lugar, en ALMA se sentía un ambiente siempre oscuro y sombrío, solo faltaba una luna llena para convertirnos en hombres lobo. De la música se encargaron DJs nacionales e internacionales como Thomaz, Soul Brothers, Josta, Pauza con sus instrumentales tropicales desde Cuba y Lis Sarroca visitándonos desde Barcelona.

Todas las exposiciones y experiencias combinaban a la perfección con la selección de música; había artistas pintando en vivo, equilibristas a 10 metros de altura, una gran experiencia aromática por parte de Helpo y bailarines exóticos. A pesar de todo lo que nos ofrecieron, lo que más marcó la Experiencia Única, fue la clientela. Se sentía un ambiente de comunidad sin precedentes, la experiencia era como si una comunidad que llevaba años en un horno se abriera y nos dejara probar sus sabores y olores. El staff, meseros y cuerpo de seguridad tenían como única misión hacer que la gente disfrutara.

No cabe duda de que Experiencia Única llegó para quedarse y estamos seguros de que seguirán superando expectativas y callando bocas. Estaremos atentos a lo que sea que decidan ofrecernos en el futuro, ya que sabemos que tienen la calidad y la satisfacción del fanático como primera prioridad. En nombre de quienes asistimos, extendemos enorme amor y gratitud a todos los encargados que hicieron de la Experiencia Única algo verdaderamente diferente y de gran calidad.

Fotografía: Ángel Almeida

Artículo: Antonio Lecou y Nayo Rodríguez