María Rodríguez Garrido no se hizo Mala de la noche a la mañana, lo consiguió ensuciándose la boca con letras venenosas y una imagen encabronadamente ruda. Se dio a conocer en la escena musical callejera de los noventas en Sevilla, después de idas y venidas con disqueras, vetos y controversias logró ponerse de pie como la exponente femenina hip-hop más sobresaliente de Iberoamérica. Esto es parte de lo que platicamos con ella:
Es divertido ser siempre la Mala?
Mola variar, de vez en cuando soy buena también, yo lo hago todo fácil, me gusta trabjar duro y pongo el cien por cien en lo que hago, es cuestión de actitud.
Esta misma actitud fue la que le ayudó en su despertar musical en Sevilla, España. Empapada de la escena rapera de la época tuvo alianzas con personajes clave como lo son El Cuervo y Junior, dándose a conocer como La Mala. Su voz y sus rimas descaradas llamaron inmediatamente la atención en un género dominado prácticamente por los hombres.
La invasión comenzó con el sencillo “Yo marco el minuto” incluido en la banda sonora en el polémico filme “Lucia y el Sexo” de Julio Medem. Después con su disco debut “Lujo Ibérico” se posicionó como una de las raperas más prometedoras de España llevando sus rimas alrededor del mundo con un éxito total.
Luego la controversia vendría por cuenta propia con la entrega del video “La Niña” para el sencillo incluido en su segundo álbum llamado “Alevosía”. El video fue censurado en varios países por mostrar de forma vivida a un infante en el tráfico de drogas. A partir de este suceso la carrera de La Mala tomó su curso mas solido, ser una figura que rompiera esquemas y declarará en contra de lo establecido, era ella contra el sistema. “Creando dejo volar mi imaginación, luego observo lo que hice y puede o no que mida mis palabras, no es autocensura, hago las cosas con consciencia” comenta respecto a la censura.
Reventó las listas de popularidad del mainstream de la música hispanoamericana consiguiendo discos de oro y reconocimientos difíciles de conseguir teniendo un perfil tan fuera de los estándares con los que la música popular se maneja, la Mala trajo a los escenarios el barrio, las groserías y la realidad sin filtros. Como ella dice: “Me enciendo, hay sentimientos que están muy a flor de piel en mi, trabajo con mis emociones.”
Con el tiempo comenzó a experimentar su rapeo flamenco con ritmos diferentes provenientes de todas partes del mundo. Las colaboraciones exitosas no se dejaron esperar, Julieta Vengas, Bajo Fondo, Kinky y Calle 13 son algunos de los artistas que levantaron la mano para colaborar con la española.
Su sonido urbano se corona en el 2007 con “Malamarismo”, álbum que se ganó el aplauso de la crítica y la aceptación de su público, a estas alturas un Latin Grammy y un MTV Latin Music Award ya adornaban su casa. Después de “Dirty Bailarina” en el 2013, nos entrega “Bruja”, considerado el mejor álbum de su carrera. Nos cuenta que Lujo Ibérico y Bruja forman un circulo, así como cada uno de sus discos reflejan etapas y vivencias de su vida.
Teniendo letras de conciencia social, rimas en pro de la feminidad y de lo peligroso que puede resultar vivir en los barrios marginados de cualquier ciudad este mes de Mayo del 22 al 24 tendremos la oportunidad de presenciar el exorcismo musical en el cual La Mala Rodríguez convierte cualquier escenario que pisa. Como dice ella: “Todo tenemos demonios a los que les gusta la carne y de cuando en cuando hay que alimentarlos.” Se testigo de este delicioso y obsceno festín dentro del line up del Neon Desert Festival 2015 en El Paso, Tx.
Texto: @bjorzh