Había tanta costumbre entre nuestras rutinas y nos sentimos dueños del tiempo que tuvimos que recibir un estallido para mirar hacia otra parte. El encierro y el distanciamiento social, así como la restricción de actividades a las que estamos acostumbrados nos obligaron a limitar nuestro estilo de vida a todos.
Nos vemos atrapados en un círculo donde los horarios no importan, los días dejaron de tener consecuencias y la vida es un constante lunes con cara de domingo.
La sociedad se vio desde un inicio dividida por actividades para sobre llevar el tiempo, como si tuviéramos que ocupar nuestras manos en algo para no asfixiar el alma. Hay quienes se dedican a utilizar su tiempo para aprender nuevas actividades o hacer ejercicio, otros decidieron hornear y algunos simplemente tomaron unas vacaciones de todo para desconectarse del mundo.
Pero ¿Qué pasa con la creatividad?
Con los músicos que buscan inspiración, con los artistas que desarrollan su sentido conforme a las experiencias, con los que requieren transmitir todas las ideas que tienen en la mente… Es sencillo, todos ellos durante este tiempo se dedican a crear.
Me gusta pensar en la contingencia como una nueva generación de creadores. La generación del 2020. Todos los que tienen la necesidad de expresar se han encontrado (Tal vez, sin opción) consigo mismos y la necesidad de llevar más allá lo que tienen en la cabeza. Entonces, en medio de todo esto habrá quienes están mezclando colores, escribiendo nuevas líneas, pensando en melodías todo el tiempo. Eso, como consecuencia, nos traerá una ola de creación abrupta cómo ha sucedido antes. Las generaciones de poetas que se vieron unidos por el movimiento político. Los músicos que gritaron justicia entre letras de amor para pasar desapercibidos, los pintores que reflejaron la injusticia entre desigualdades sociales y la lista puede continuar. Todos ellos nacieron de la necesidad de comunicar ideas y sentimientos en una misma época. Esa necesidad que te retumba en el pecho y no puedes guardar para después. Y cada uno lo hizo a su propio estilo.
Y si ha sucedido antes ¿Qué podría detenerlo ahora? No tengo respuesta para ello. Solo me queda confiar en que existen estos creadores.
Hay que aprender a diferenciar entre el oportunismo y la inspiración. Vendrán muchos rostros con la bandera de la generación y no se pueden dar premios por participación. Habrá entonces que agudizar nuestro sentido cómo consumidores para encontrar aquellas creaciones que han nacido de la contingencia y darle lugar a los que merecen el reconocimiento.
No te agobies, tampoco es ley.
La creatividad y la constancia no llegan a todos por igual. Hay quienes en medio del bullicio y entre un estruendo se dan un pausa para tomar la idea y guardarla. Esa pausa luego es una bomba. Hay quienes se despierta a las 2 de la mañana para escribir una idea y no vuelven a dormir hasta las 2 de la tarde. Otros, sólo buscamos el momento para aterrizar, para poner pies y cabeza a las ideas que llevan con nosotros desde hace años.
Es de reconocer todo el trabajo que se realiza desde las trincheras del distanciamiento social. Quienes continúan con sólo un suspiro en la mano y una plataforma digital en la otra, proyectos musicales cuyo único ingreso para mantenerse a flote son los shows en vivo y de la mercancía en venta que se oferta en la noche. Quienes se han armado de valor para publicar fotografías, ilustraciones y pinturas que conservaban para “El después” y que ahora ese después es un albur.
En esta pausa que se nos fue otorgada habrá algunos que comenzaron a sentir la espina de crear. Otros la tomarán entre los brazos para terminar de madurar y unos cuantos se volverán imparables.
El error recurrente es creer en el futuro y aún en medio de toda esta tragedia seguimos pensando en “Lo que haremos al terminar la cuarentena” pero no se puede evitar pensar ¿Y si no hay después? ¿Y si luego de todo esto no quedamos tú y yo? ¿Dónde quedarán las ideas que no se escribieron? ¿A dónde se irán los “te quiero” que no se dijeron? ¿Y qué pasará con las fotografías que no se publicaron?
Habrá que seguir creyendo, agarrar todo lo que se nos ofrece por los valientes que tomaron las riendas de su creatividad y se armaron de valor para compartir lo que guardaban para un después.
Seguir creyendo y creando por si no hay después.