Artículo publicado en Fusion Magazine en mayo del 2010
El otro día le comentaba a una amiga y colaboradora de esta revista, que dentro del mundo del comic mexicano, me gustaba mucho más La Familia Burrón que Memín Pinguín. Ella me contestó que desconocía de la existencia del comic. Al principio no lo creía, supuse que por ser una persona ilustrada, aparte de ser fan de los comics, sabría de esta historieta. Según yo, la mayoría de los mexicanos conocen a la afamada familia, pero después caí en la cuenta, que era mí deber guiarla por el buen camino de la sabiduría del comic y explicarle más sobre la Familia Burrón.
Al estar haciendo este artículo me encuentro con una triste coincidencia, Gabriel Vargas, creador de la familia Burrón, había muerto el pasado 27 de mayo a los 95 años en el Distrito Federal, aun así, creí prudente el hecho de terminar este articulo y que algún otro despistado, conociera un poco acerca de esta particular familia Mexicana.
Para comenzar le explicaba a mi amiga, mi particular punto de vista acerca de La Familia Burrón y sus diferencias con la otra famosa historieta mexicana; le contaba el hecho del porqué me desagradaba el giro de tragicomedia, que su creadora Yolanda Vargas Dulché, le daba a Memín Pinguín; el hecho de ser muy pobres, vivir en una vecindad, ser huérfano, tener amigos de clase media, uno muy rico y güero, que su mamá lo persiguiera para darle con una tabla con un clavo y aparte de todo el drama, ser de color, se me hacía exagerado.
La Familia Burrón en cambio tenía de todo, pero este drama del mexicano pobre, era llevado con un toque humorístico y a veces sarcástico e irónico, también eran pobres y vivían en una vecindad (llamada el Callejón del Cuajo), pero aún con todos estos pormenores, los personajes y sus carencias eran llevadas con orgullo y dignidad, el dinero, el alimento y el cómo conseguirlo eran temas fundamentales de la saga (como el de todo mexicano, hasta estos tiempos).
Pero eso no les hacía falta para que Borola Tacuche, larguirucha fémina protagonista de la historieta, consiguiera todo lo que se propusiera, a veces no les alcanzaba para comer, pero siempre existía ese ingenio del mexicano para conseguirlo todo. Como lo explicaba anteriormente, vivían en una vecindad con otros personajes particulares bien definidos, que son referentes culturales aun en estos tiempos, los integrantes de la familia eran: el padre, Regino Burrón peluquero y esposo de Borola, tenían tres hijos, Regino Burrón, Macuca Burrón y por último Foforito Cantarranas que es adoptado por Borola y Regino, para salvarlo de los malos tratos de su padre Don Susano, sin olvidar a el perro, llamado Wilson.
A estos personajes se les unían otros, como la tía Cristeta Tacuche, tía de Borola y multichorromillonaria que vive exiliada en Paris, Jilemón Metralla, Telesforo Colin “El Sapo-rana”, ventrílocuo y catarrín, el flojo Avelino Pilongano “Poetastro de altos vuelos” y su mamá Doña Gamucita, Floro Tinoco “El Tractor”, un junior de buen corazón hijo de un ex-funcionario millonario (¿les resulta familiar?), y mi favorito El Conde Satán Carroña, que es un vampiro, descendiente directo de los Drácula, casado con una mexicana llamada Cadaverina, quien se asemeja en momentos a la famosa Catrina del grabador e ilustrador mexicano José Guadalupe Posadas.
Todos estos personajes crearon un universo complejo, en los que todos tenían sus personalidades bien definidas, en las cuales todos son protagonistas y se unen en algún momento a esta familia especial. El ingenio de Gabriel Vargas no quedo ahí, creó viñetas de un país que son legendarias, como los camiones atiborrados de gente saliéndose por las ventanas, las cantinas y pulquerías, las conchas para cenar y demás escenas cotidianas para un mexicano común, inventó otras series junto con otros dibujantes como: Los Súper Locos, El Gran Caperuzo, Los Chiflados y Sopa De Perico.
Aparte de ser uno de los caricaturistas más renombrados y galardonados de nuestro país, Gabriel Vargas, fue llamado un sociólogo que reflejo la realidad de los Mexicanos, con todos sus bemoles y sus contras, pero con ese toque único y humorístico que sólo él lograba. Espero que mi amiga, así como algún despistado que no conozca la obra de este genio mexicano, se interese por conocerla. La familia Burrón llora, porque su miembro más importante ha muerto, pero le sobreviven sus cientos de personajes, para dicha de todos nosotros. Descanse en paz Gabriel Vargas (1915-2010).