El término “independencia”, cuando se habla de algún proyecto artístico, por alguna extraña razón para muchas personas lleva implícito un halo de calidad artística o de honestidad creativa, como si estuviera lejos de un choque de intereses propio de la firma de una compañía trasnacional. Desde hace muchos años se han publicado miles de discos realizados con el esfuerzo único de los involucrados y el alcance de sus bolsillos; en algunos casos éste es limitado y quizás la idea inicial se queda en el boceto de lo que pudo ser, y en otras tantas es bastante abundante, generando así una mayor diversidad de herramientas para ofrecer un producto más reluciente, mejor empacado y de mayor proyección global; sin embargo, hay algo que nada tiene qué ver con recursos económicos ni con las maneras para obtenerlos y esto es la creatividad. Esa no se compra y no es difícil identificar su ausencia, aún en conceptos aparentemente relucientes y competitivos. En tiempos así se agradece la existencia de una agrupación como Chikita Violenta (México D.F. 2000).
Desde su álbum debut (Chikita Violenta, 2003), Luis Arce, Andrés Velasco, Esteban Suarez y Armando David han construido una sólida colección de canciones pop, finamente decoradas con sonidos influenciados por gente como Sebadoh, Yo La Tengo, Pavement, Broken Social Scene, entre otros. Muy (y afortunadamente) lejos de ese nacionalismo que suele pretenderse de los artistas en México, ellos han elegido el camino de la experimentación y hace mucho tiempo se quitaron el prejuicio de que no se puede ofrecer algo de calidad de exportación, en términos de composición y de producción musical, ofreciendo en cada entrega (The Stars And Suns Sessions, 2007 y TR3S 2010) una propuesta fresca y aunque poco original, al menos se agradece el esmero y la pulcritud en la forma y el detalle. Esta experiencia se magnifica si se hace por medio de audífonos con gran fidelidad. La paleta de emociones que manejan es por demás diversa y rica en tonalidades que dan la sensación de estar perdido en un cuento infantil, protagonizado por personajes citadinos que nos invitan a perdernos entre sus intrincadas calles de colores vibrantes y alucinantes, mientras los pies nos conducen por un baile casi involuntario, inspirado por las bases rítmicas tan sólidas y gigantescas en las que están cimentado su universo.
Su música (y sus contactos) los han llevado a hacer algunas giras en Estados Unidos, compartiendo escenario con gente de Built To Spill, ganándose su propia reputación en el circuito de rock colegial de las universidades de la costa oeste, como se acostumbraba en los 90’s; aquella década en la que surgió mucha de la música que ellos mismos ejecutan y admiran.
Por otra parte, también han sabido navegar los difíciles mares de la industria independiente, uniéndose a ella como empresarios al co-fundar “Arts & Crafts México”, sello en el cual editan sus grabaciones y las de otras bandas nacionales (Torreblanca, Movus, I Can Chase Dragons), al mismo tiempo que dan difusión local a proyectos del extranjero (principalmente de Canadá, donde opera la matriz “Arts & Crafts”), tales como los ya mencionados Broken Social Scene, The Dears o Timber Timbre. Los integrantes de Chikita Violenta han aprendido bien cómo funciona el negocio y en vez de comprometer su sonido a las exigencias del mismo, han conseguido abrirse puertas usando sus recursos para mantenerse vigentes y para abrirle puertas a otras expresiones del país que quizás no tendrían cabida en otros sellos independientes, más enfocados en la apariencia que en la forma o la exacta combinación de ambas.
La escena independiente está repleta de gente que enfoca sus ventajas financieras en contratar agencias de booking, asesoría de imagen, equipo de trabajo de la más alta calidad (amplificadores e instrumentos en general), proyección en medios de comunicación masiva y un sinfín de artificios que logran dar en el blanco, creando así la ilusión en sus consumidores de que lo que tienen en frente es auténtico y totalmente alejado de las malévolas fauces de las disqueras tras nacionales, cuando muchas veces es exactamente lo mismo; lo único que cambia es el dueño y la soltura de la correa. Chikita Violenta está lejos de ser una banda marginal, pero esto no les resta un solo mérito en el oficio que han esculpido durante más de una década: Hacer canciones.
Chikita Violenta se presenta a lado de Ximena Sariñana como parte del Festival Internacional Chihuahua:
Ciudad Juarez
21 de Septiembre
Centro Cultural Paso del Norte, Cd. Juarez
Chihuahua
22 de Septiembre
Plaza Mayor
Txt by: Elías Pimentel
@eliasonfire