Como arquitecto el gusto por los croquis o sketches siempre ha estado presente en mí, además de ser una parte elemental y fundamental del desarrollo de nuestra carrera. Hay arquitectos que se destacan por su talento para hacer este tipo de representaciones gráficas y pese a tener la facilidad de los medios y programas digitales como 3D Max o Sketch Up, esta técnica jamás desaparecerá.
Héctor M. López, arquitecto de profesión, empezó plasmando sus dibujos en la primaria como él dice: “Siempre he dibujado, era el ñoño al que los profesores le encargaban los dibujos de Miguel Hidalgo y José María Morelos para la ceremonia de los lunes en la primaria.” Estos croquis fueron puliéndose mientras cursaba la carrera de arquitectura en la UNAM pero poco a poco y hasta la fecha su técnica depurada y facilidad de trazo han estado orillando a Héctor al mundo de la ilustración.
“Mi gusto por el dibujo se especializó al entrar a la Facultad de Arquitectura de la UNAM, recuerdo que en la primera clase de representación gráfica en 4° semestre con la Arq. Lorenza Capdevielle, (después del famoso examen diagnóstico) la profesora me dijo muy seria:
— ¿Tu qué haces aquí?
—Pues… vine porque quiero aprender a dibujar.
—Tú ya sabes dibujar, ahora vas a enseñar a dibujar.
Esto que empezó como una herramienta para representar alguna idea se ha transformado en un medio para realizar ambientaciones e inclusive detalles de interiorismo, su destreza e imaginativa lo lleva a realizar croquis para corporativos como Moritz Bernoully pero también para realizar una serie de cuadros con animales, croquis en paredes en casas habitación y hasta realizar dibujos para tatuajes.
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